Resumen del primer año de residencia

Resumen del primer año de residencia

El 14 de Mayo de 2012 empecé mi residencia de enfermería pediátrica, hoy, 21 de Marzo de 2013 me dispongo ha hacer un repaso sobre este primer año de residencia. Ha sido un año duro y cargado de experiencias, esta tarea no va a ser nada fácil, pero me gustan los retos personales… seguramente por eso elegí ser la primera promoción de enfermería pediátrica en Cataluña.

Como explicaba en el post anterior la acogida no pudo ser mejor, sin embargo, lo bueno dura muy poco y más tarde descubrí que lo que dicen “las personas de las altas esferas” en las bienvenidas y actos de apertura y todas esas historias son muchas veces… puro protocolo.

Pero empiezo por el principio…Entré en pediatría sabiendo que era una especialidad poco desarrollada y que en Cataluña además no tendríamos resis mayores para guiarnos, sin embargo cargué mis pilas al máximo y me dediqué a mirar el lado positivo de la situación. Y os preguntaréis…¿cuál es? La parte buena es que cuando está todo por hacer te permiten opinar, dar ideas… y tu propones, no hay que tener miedo a proponer y más en esta especialidad. Y pensaréis… ¿y nada más? Por supuesto que hay mucho más, pero, esa parte no la especifica en el programa… es la parte más importante, es la satisfacción que tienes cuando tratas con los niños porque ellos son unos pacientes muy especiales.

 El trato con los niños y sus familias me ha enseñado que a pesar de ser el paciente más vulnerable del sistema sanitario tienen una capacidad de adaptación al medio increíble. Te observan y no tienen miedo a preguntar, ¿que me vas hacer?, ¿me harás daño?, ¿que es eso?… al contrario que en el adulto, que muchos se callan por vergüenza a ser juzgados y es más difícil adentrarnos en su interior, en los niños no pasa eso, son sinceros porque no tienen vergüenza a preguntar, siempre me ha encantado el paciente que se interesa en su tratamiento y me pregunta porque noto que así puede haber un fluidez en la conversación.

Si el niño es un lactante es simplemente adorable verlo, el vínculo con sus padres es impresionante observar esos pequeños momentos entre ellos no tiene precio. Si está en edad de preescolar- escolar (el modo explorador como le llamo yo) es espectacular observar sus reacciones, sus logros diarios, empiezan a descubrirlo todo…sobretodo en la edad escolar hay que explicar bien los procedimientos e implicarlos en los cuidados, más todavía si son niños crónicos, porque esto hará que adquieran responsabilidades y que lleguen a la adolescencia siendo conscientes de su enfermedad y de lo que pueden o no hacer.

Finalmente si es preadolescente o adolescente, sinceramente, es mi tema pendiente porque éstos marcan bastante la distancia y claman ser tratados como adultos, depende mucho del paciente, lo que tienes que tener muy claro en ellos es que no les puedes “engañar”, tienes que cumplir lo que les dices, por eso, hay que ser muy sinceros con la situación en la que están.

Mi punto débil en la pediatría y supongo que en la enfermería siempre ha sido en abordaje de situaciones difíciles. Para mí la situación difícil en pediatría no es tener que explicarle que voy hacerle una técnica u otra (un pinchazo, una sonda, etc). La dificultad la encuentro en la comunicación de las malas noticias como puede ser explicar que la estancia se tendrá que alargar, manejo del paciente ante un dolor muy fuerte que no calma o ver que un niño tiene un día muy malo y que por más que haces, le notas decaído.

Cuando entré en pediatría sabía que iba a ser duro por el tipo de paciente al que iba a cuidar, es curioso que haya sido esa parte la más sencilla. Como decía al principio, la especialidad está en sus inicios y le queda un largo camino por recorrer, muchas especialidades como matrona o salud mental nos llevan años de implantación. Sin embargo, soy una firme defensora del desarrollo de las especialidades y pienso que en ellas está el futuro, son necesarias porque permitirían unos cuidados centrados en el paciente y su patología, centrándote en el tipo de paciente y con unos conocimientos específicos de su área, esto ayudará a disminuir los errores. Un profesional que cambia de unidad continuamente y de tipo de paciente no puede rendir igual que uno que puede centrarse en un paciente concreto.

La unidad docente de Vall d’ Hebrón es una unidad potente, creo que puede ser una de las mejores unidades docentes de enfermería pediatríca en un futuro pero necesita una mejor comunicación con sus residentes. Uno de los obstáculos principales que hemos encontrado ha sido el déficit de coordinación entre tutoras y unidad docente. Nos hemos encontrado con unas tutoras muy implicadas y motivadas que escuchaban nuestras propuestas y las trasladaban a la unidad, sin embargo, considero que no han sido apoyadas lo suficiente desde docencia. También nos hemos sentido muy apoyados desde atención primaria.

Desde mi punto de vista toda formación tiene que ir acompañada de unas pocas clases de formación teórica, se que hoy en día se promueve mucho un modelo autodidacta basado en el ABP y las búsquedas de evidencias, sin embargo, muchas veces me encuentro con profesionales veteranos que observan un déficit de conocimientos en las enfermeras recién diplomadas ¿Porqué si en la actualidad pagamos matrículas universitarias desorbitadas o estudiamos como locos para acceder a una especialidad no tenemos derechos a que nos transmitan unos conocimientos básicos? Y aún voy más allá, porqué quieren implantarnos a los nuevos residentes este modelo de formación y sin embargo, otras especialidades siguen con su antiguo plan, si el ABP es tan útil debería ser implantado en todas las especialidades y no solo en algunas. Pero si realmente lo hacen así porque se ahorran dinero, tiempo y esfuerzo me parecería una gran injusticia hacia la enfermería pediátrica.

La enfermería pediátrica necesita unidades docentes que empiecen a crear planes formativos, no queremos planes de futuro ni buenas intenciones, queremos que avance poco a poco, no es necesario que sea ya, simplemente queremos ver cambios e interés por la opinión de los residentes. Los EIR pediatría somos luchadores porque somos conscientes de dónde nos metemos, pero no por eso hay que banalizar la situación y no darle importancia a la falta de organización en muchas unidades a nivel español.

Por último, para cerrar este post os diré que en Vall d’ Hebrón aprenderéis mucho. No os podéis imaginar el gran potencial que hay en este hospital, gente de todo el mundo acude por las puertas de urgencias para ser operados allí porque saben que en Vall d’ Hebrón están los mejores profesionales. Hay gran variedad de patología, programas, plantas y últimas tecnologías. Los profesionales que trabajan allí son muy buenos, cuando entré a trabajar me sorprendió porque nunca había visto a enfermeras tan competentes y formadas.

La implantación de los residentes en las unidades ha sido difícil de explicar, algunos te trataban como estudiantes, otros, como enfermeros… te preguntan ¿qué eres? ¿y cobras? ¿puedes llevar pacientes? ¿qué responsabilidad tengo contigo? ¿también hacéis guaridas? ¿te pagan la comida?… en fin dudas que en ocasiones no sabes contestar ni tu mismo. Ahora ya todo el hospital sabe quienes somos, me siento satisfecha porque por lo menos, saben que tenemos la diplomara de enfermería… es duro dar explicaciones una y otra vez, sobre todo cuando te hacen preguntas indiscretas que cualquier persona que trabaje en el hospital no le gustaría contestar y cuando te ponen en aprietos en los que no sabes como has llegado allí.

Quiero pensar que la gente no lo hace con mala intención, simplemente se informa…me he encontrado con gente que está a favor de la especialidad, otras, que no entienden como una enfermera que no es especialista forma a una especialista, muchas dicen que porqué no tienen ellas la especialidad con los años que han trabajado en ese campo, etc.

¡Pero no todo ha sido malo! Me llevo muy buenas experiencias con mis compañeras de planta, creo que me han tratado como mejor han podido en las circunstancias en las que estaban, ante un desconocimiento de la situación la gente actúa como ella cree que es lo mejor para su residente, por lo menos se interesan por ti y te preguntan constantemente si tienes dudas o necesitas algo.

Voy a ir terminando este post, nadie dijo que fuera fácil resumir una año… llevo 2 horas escribiendo esta entrada para mi diario. El resumen de todo es que cualquier persona que entre a la especialidad de enfermería pediátrica tiene que tener ganas de cambiar el mundo, tiene que creer que lo que hace es importantísimo porque solo así podrá luchar para mejorar la situación actual.

Os dejo con una frase motivadora que os hará volver a la tranquilidad en los momentos de dudas existenciales en los que penséis si habéis elegido bien o mal: “Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga” dicho por Mahatma Gandhi.