Dos hermanos nunca deberían pelearse…
He estado sopesando unos días si escribir este post o no porque no es un tema del que me sienta orgullosa de hablar. Como enfermera me siento orgullosa de mi profesión y por eso la defiendo a capa y espada, pero hace unos días que la enfermería no tiene su mejor momento y la culpable de esto vine de dentro de la profesión, y eso es lo peor de todo.
Yo pensaba que la enfermería era una profesión unida y que luchaba por sus ideales. Desde que empecé mi carrera profesional no he dejado de ver muestras sobre la reivindicación enfermera, por desgracia o por suerte, yo empecé a trabajar al inicio de los recortes y por eso no he dejado de ver al colectivo enfermero unido para luchar contra ellos. Y de repente me encuentro con esto #DUEnoesGRADO, será mi juventud en la profesión o mi entusiasmo ella, pero este hashtag me ha tirado un jarro de agua fría. ¡Acaso se ha vuelto todo el mundo loco!
La división no nos llevará a ningún sitio. Estos días he vivido esta división como la pelea de dos hermanos de sangre que se pelean porque uno nació antes o después que otro y se culpan el uno al otro de haber tenido que apañárselas con lo que había ¡Qué culpa tiene uno de que el otro haya tenido que estudiar con un plan de estudio diferente al de su hermano! La culpa la tienen aquellos que improvisan y sacan planes de estudio de la manga, los que se llenan los bolsillos de dinero aprovechando la confusión de la gente con el cambio…es contra esos contra los que tenemos que unirnos y luchar.
La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro, es una capacidad que va ligada a la profesión enfermera y es en éstos casos dónde hay que trabajarla.
Por un lado pienso que como diplomada que soy (sin homologación hecha), no hay noticia más buena que me puedan dar en este momento como esta, «te vamos a hacer la homologación directa». Por otro lado me acuerdo de mi amiga, aquella que pagó una cantidad indigente por homologar su título al grado y pienso «se habrá sentido como una idiota engañada». Y por último, me acuerdo de los nuevos graduados en enfermería y pienso «¿se sentirán que han perdido un año de su vida, puede que incluso sientan que su esfuerzo de trabajo no es valorado lo suficiente? Si tu estuvieras en alguna de estas dos últimas situaciones, ¿qué harías? En una palabra: INDIGNARME.
Es normal estar indignada, odiar el sistema y pensar en lo mal hecho que está todo… pero no proyectemos ese odio hacia nosotros mismos, no le echemos la culpa a la enfermería…ella no tiene la culpa y por lo tanto ella no tiene que pagar el plato roto de un sistema mal hecho. En estos momentos tenemos que estar más orgullosos que nunca de nuestra profesión y no ensuciarla, tenemos que estar unidos.
Dos hermanos nunca deberían pelearse.
*Imagen principal sacada: rebecalagosmomentos.blogspot.com