Masaje infantil

Masaje infantil

¿Qué es el masaje infantil?

Técnica muy antigüa que se utilizaba para estimular los sentidos de los bebes y nutrirles afectivamente a través de la piel. Esta tradición fue relegada por las sociedades modernas, siendo utilizada solo en las culturas que conservaron más el contacto con la naturaleza humana. Con esfuerzo se ha mantenido latente hasta que se ha podido recuperar para ayudarnos a satisfacer unas necesidades consideradas básicas que se cubren a través de la piel.

El Masaje Infantil es una experiencia dulce y amorosa que facilita el crecimiento armonioso con el bebe. Intensifica el amor en las relaciones entre hijos y padres, teniendo numerosos efectos beneficiosos sobre él. En los primeros años de vida, las sensaciones más importantes son las que se reciben por el sentido del tacto, a través de este gran órgano que es la piel que nos envuelve.

El tacto es el primer sentido que desarrollamos, siendo el que nos permite conectarnos con la vida desde la etapa intrauterina hasta la vejez. En la gestación, a la 7 semana la sensibilidad cutánea ocupa el perímetro bucal, a las 15 semana la cara, palma de las manos y planta de los pies, para cubrir todo el cuerpo a las 20 semanas. La piel del feto es constantemente masajeada y estimulada por el músculo uterino y la pared abdominal de la madre.

El recién nacido tiene la necesidad de ser tocado y masajeado, estimulando el conjunto de sus órganos y de sus funciones. Las siguientes son las necesidades básicas que se cubren a través de la piel:

  • Calor
  • Apego/Vinculo
  • Soporte
  • Contención
  • Descarga de energía
  • Amor

¿Cuáles son los beneficios del masaje en el recién nacido y lactante?

El masaje infantil ayuda a la formación de los vínculos, ya que proporciona elementos básicos para su establecimiento, tales como el tacto, la mirada, la voz, el olor, sonrisas y abrazos entre otros.

El vínculo que se crea con los padres (persona que da el masaje) es uno de los beneficios más importantes que aporta, produciendo confianza y apego hacia el progenitor. No obstante es mucho más lo que aporta el masaje:

  • Mejor ganancia de peso.
  • Mejor desarrollo neurológico.
  • Hidrata y tonifica la piel.
  • Fortalece el sistema muscular.
  • Disminución del estrés frente a estímulos dolorosos.
  • Mejora del sueño.
  • Favorece la psicomotricidad del niño.
  • Regula el sistema respiratorio.
  • Mejor retorno venoso.
  • Acción relajante que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario. El masaje puede estimular y/o relajar, ayudando así a completar el ciclo acción/ reposo, tan importante para el desarrollo del aprendizaje. Los niños pequeños aprenden cada día cosas nuevas, lo cual puede suponer muchas veces una sobre estimulación si no se equilibra con relajación o reposo.
  • Efecto analgésico.
  • Mejor motilidad gástrica con mejor digestión y asimilación de los alimentos.
  • Mayor rapidez de cicatrización de heridas o traumatismos.
  • Disminución de las hormonas del stress (cortisol) y un aumento de las serotoninas.

¿Cómo se debe realizar el masaje?

La técnica del masaje consiste en una estimulación táctil que se realiza sobre todo el cuerpo y que requiere la repetición de caricias en todas las extremidades, tronco y cara. Requiere de un contacto visual con el niño y saber reconocer las señales de alerta que este realiza, para poder detener el masaje si es necesario.

Aspectos a tener en cuenta a la hora de dar un masaje:

  • Duración del masaje: Dependerá de la edad del niño, pero como norma general, cuanto más pequeño, menor ha de ser el tiempo de aplicación. Es suficiente con 10 minutos de aplicación.
  • Frecuencia: En los primeros meses de vida, lo ideal es realizar el masaje diariamente. A partir de los 9 o 10 meses, debe realizarse al menos dos veces por semana.
  • Posición del bebé y del adulto: La mayoría de las técnicas se realizan con el bebé en decúbito supino. Por eso, lo más importante es la comodidad del bebé y de la persona que va a aplicar el masaje.

BUENAS PRÁCTICAS

  • Elección del espacio: El lugar debe elegirse de forma cuidadosa. Debe ser un espacio familiar,
  • reconocido por el bebé y el adulto y siempre debe ser el mismo, para que el bebé anticipe la actividad y se cree una rutina.
  • Ambiente: Importante considerar la luz y la temperatura del espacio. No debe haber ninguna luz que incida directamente en el bebé ya que podría disminuir su atención y su relajación. Se recomienda una luz tenue e indirecta. Con respecto a la temperatura, tener en cuenta que el bebé estará desprovisto de ropa, por tanto, el ambiente debe ser cálido, en ningún momento debe pasar frío.
  • Actitud del adulto: El estado de ánimo se transmite al bebé mediante el tacto y la voz. Por ello el adulto debe estar relajado en el momento que va a dar el masaje.
  • No realizar la técnica después de las comidas, podría inferir en la digestión.
  • Controlar la presión, dirección y rapidez del masaje. No hacer movimientos bruscos.
  • Siempre movimientos suaves pero con firmeza.
  • Se recomienda usar aceite de almendras, de oliva…evitando esencias y perfumes.

¿Cuándo se puede aplicar la técnica?

No hay límites de edad, siendo posible realizarlo desde el nacimiento y mantenerlo durante toda la infancia. Sin embargo dependiendo de la edad del niño, hay aspectos a tener en cuenta.

Durante el primer mes se trata más, de tocar que de dar un masaje. Hasta que cumpla el mes no se debe hacer presión, es suficiente con que las manos recorran su cuerpo con técnicas suaves y nunca invasivas. No se recomienda tocar el vientre hasta que el cordón no se haya desprendido. En caso de niños prematuros, se requiere un ritmo más lento, y mucha paciencia, puede que solo toleren toques de relajación-contención. A partir de los 6 meses, el masaje puede empezar a ser más profundo.

Contraindicaciones:

  • Debemos evitar “obligar” al bebé a recibir el masaje. El niño debe prestarse y participar con su padre o madre para poder crear un vínculo afectivo-emocional fuerte. Si a los padres no les apetece o no pueden crear el ambiente idóneo para ello, se evitará puesto que no se obtendrán los beneficios propios de la técnica.
  • Se desaconseja realizar la técnica en los siguientes casos:
    • Fiebre superior a 38,5ª
    • Cardiopatías severas
    • Infecciones graves
    • Cáncer: No se dará masaje sobre la zona afectada, sino en las más alejadas. Realizar movimientos suaves y superficiales.
    • Quemaduras: No tocar la zona afectada.
    • Estados de coma: Es importante que reciban cariño y compañía, hablándoles mucho, con caricias y masaje.

 La enfermería…

En el ámbito de la infancia, el masaje es una herramienta importante y muy efectiva para comunicarse con los niños, ya que éstos son mucho más sensitivos que intelectuales, pudiendo transmitir también a los padres la importancia del masaje infantil y sus ventajas.

Actualmente las enfermeras, como profesionales de la salud que estamos en mayor contacto con nuestros pacientes, tenemos la oportunidad de aprender y difundir ésta técnica y promover un mejor desarrollo de los niños previniendo posibles daños en ellos.