Regurgitaciones e hipo en el bebé
Ambas situaciones son muy comunes en el bebé. De hecho pocos son los niños que no regurgitan pequeñas cantidades de leche o sufren episodios de hipo después de las tomas.
Empezaremos hablando de las regurgitaciones. Uno de cada dos bebés regurgitan de forma normal pero sólo uno de cada cinco lo hace en cantidades excesivas. Los bebés regurgitan porque su aparato digestivo todavía continúa inmaduro, el esófago está formado por unas capas de músculos que ayudan al paso de la comida hacia el interior del estómago, en los niños el esfínter de la parte inferior del esófago, el cardias, no está lo suficientemente maduro como para cerrar completamente el paso de comida en dirección contraria, es decir, para mantenerla dentro del estómago.
Es considerado algo normal y tiende a desaparecer hacia los 12-18 meses. El pediatra deberá descartar un reflujo en las situaciones en las que se produzcan muy a menudo o en mucha cantidad, con vómitos con mucho esfuerzo, de color verdoso o sanguinolento, si deja de comer o está muy irritable en las tomas o al acostarse y no gana peso.
¿Cómo tratar las regurgitaciones?
No necesita ningún tratamiento aunque se pueden aplicar medidas que faciliten que la comida no refluya hacia arriba. Es recomendable mantener al niño incorporado unos quince minutos después de las tomas y no acostarlo inmediatamente después de comer, también puede ser útil elevar ligeramente la cabecera de la cuna. Para los niños que toman lactancia artificial existen en el mercado preparados antirreflujos, que al ser más espesos, es más difícil que éstas bocanadas lleguen a la boca, aunque no pueden evitar que el reflujo se siga produciendo.
El Dr. García Tornel vuelve a darnos un buen consejo para que los padres puedan tranquilizarse y orientarse acerca de la cantidad aproximada de la regurgitación de su niño, es el llamado «test de la cuchara». http://drgarcia-tornel.blogspot.com.es/2010/07/regurgitacion-del-bebe-el-test-de-la.html
En cuanto al otro tema a tratar, el hipo, al igual que las regurgitaciones se considera algo normal y viene dado como consecuencia de la inmadurez, en éste caso por la inmadurez del diafragma, aunque también influirá la inmadurez del cardias comentada anteriormente.
El hipo se produce por una contracción repentina del diafragma que empuja el aire en los pulmones. Un estómago muy lleno bien sea por comida o por aire puede hacer que empuje el diafragma hacia arriba y provoque ésta compresión de los pulmones con el sonido tan característico del hipo. La inmadurez del cardias tratada anteriormente es responsable, también de una mayor entrada de aire en el estómago, pero también puede aparecer después de una crisis de llanto o cuando el niño realiza una toma muy rápida tragando mucho aire.
Os dejo un enlace a una web interesante para ampliar vuestros conocimientos sobre las regurgitaciones:
http://enfamilia.aeped.es/indice/regurgitaciones
¿Cómo tratar el hipo?
Se pueden ofrecer pequeñas cantidades de agua con una cucharita, ponerlo al pecho durante unos segundos o darle el biberón y en los casos en los que son niños un poquito más mayores se pueden estimular mediante el juego o masajes. Lo que nunca se deberá hacer es tapar la nariz al niño para que mantenga la respiración.
Para evitarlo se recomienda dar de comer al niño cuando esté tranquilo e intentar que trague el menos aire posible. Si la mamá nota que el bebé mama rápidamente deberá parar unos segundos y volver a recolocar al niño. Después de dar el pecho hay que recordar mantenerlo unos minutos en posición vertical para que pueda salir el aire y considerar los cambios bruscos de temperatura, ya que éstos también pueden provocar el hipo en el bebé.
Es importante recordar que un ataque de hipo no durará más de 5-10 min, por lo que lo mejor es dejar que remita por sí mismo.
Deberemos consultar al pediatra si el hipo dura un tiempo excesivo o cuando el bebé se encuentre muy irritable.